Tuesday, April 1, 2008

El angel de la vida y la muerte (2a parte)

La pequeña Polet estaba creciendo rápidamente, sus padres la amaban tanto, pero el sentimiento de culpa no los dejaba vivir en paz, anque muchas noches la sensacion de alivio de ver a su hija viva fue disimulando remordimiento.
Ellos pensaron que la vida les habia dado una oportunidad mas para tratar de darle lo mejor a su hija.


Pese a su imagen angelical (que nunca cambio), Polet se convirtió poco a poco en una persona fríbola y materialista, sus padres le reperían hasta el cansancio lo hermosa que ella era, tanto que la llevaron a sentirse realmente una “princesa de cuentos de hadas”.

El afán de darle lo mejo orilló a sus padres a sacrificar sus vidas y trabajar arduamente para darle todo lo que ella merecía sin darse cuenta que mientras mas la llenaban de riqueza, mas pobre le hacían el corazón.

A los 17 años a Polet solo le interesaban las cosas materiales y valoraba a la gente por la cantidad de ruqueza material que tenia. Se avegonzaba tanto del origen humilde de sus padres que casi nunca hablaba de ellos.
Jacqueline era el nombre de su mejor amiga, una muchachita un tanto descontrolada de acuerdo a su edad, que si bien no era de las mas adineradas al menos nada le faltaba.

Una rara ocasión, Polet decidió llevar a Jacqueline a su casa, la cual se encontraba en una zona exclusiva y residencial, era la casa mas humilde del área. A su amiga todo le resultó muy normal, convivió con Polet toda la tarde, pero cuando llegaron sus papas después de una larga jornada de trabajo ella cambio de actitud de una manera increible.
Los padres de Polet se emocionaron tanto de ver una visita en casa y no dudaron en atenderla lo mejor que podían, la madre se dirigió a la cocina y preparó una cena sencilla.

Polet refunfuño “Mamá no seas ridicula, Jacqueline esta acostumbrada a cosas mejores”. Su padre quizo hacer una broma y un grito mas se escucho “Ya papá! Me estas avergonzando”, volteó la mirada y exclamó “Amiga, no te descepciones de mi familia”.

El silencio se hizo presente y la amargura lleno los ojos de los padres que entendieron que no tenian mas valor para su hija que el que mostraba su cheque quincenal. Jacqueline estaba descepcionada pero de su amiga de la cual se fue alejando poco a poco.

Los años caminaban. Polet era ya una mujer, al terminar su carrera conoció un hombre muy noble de quien ni siquiera interesa el nombre ya que lo unico que vió en el fue que era de buena posición economica, dueño de una gran herencia y también un desausiado. Poco tiempo duro su matrimonio hasta que la muerte los separó.

En algún lugar, ninguna fecha en particular, una noche de tantas los milagros ocurren. Un sueño llego, un niño llora al ver la amargura de su corazon…


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Lo se, tardé un poco en regresar, pero con gusto les presento la segunda parte de mi cuento, espero les guste!

See ya!!!

1 comment:

Yogui said...

Con eso que soy 2-3 para adivinar desenlaces, me imagino la tercera parte, si es que hay una. Ta bueno! Me recuerda a mucha gente que conocí.